miércoles, 27 de julio de 2016

Parece fácil, pero no lo es

Cualquiera puede ponerse furioso… eso es fácil. Pero estar
furioso con la persona correcta, en la intensidad correcta, en
el momento correcto, por el motivo correcto, y de la forma
correcta… eso no es fácil.

ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco


Recapitulando: las emociones son esenciales, nos preparan para manejar lo que sucede en nuestro entorno sin que tengamos que entretenernos mucho a pensar en lo que tenemos que hacer.

El problema surge cuando nuestra gestión emocional es en algún modo inadecuada. Y puede ser inadecuada en distintas formas, desde reaccionar exageradamente a una preocupación (intensidad de emoción inadecuada), enfadarse con alguien y ponerle mala cara o hacerle el vacío (comportamiento inadecuado), o sentir miedo cuando no hay motivo para sentirlo (emoción inadecuada).

Recordemos el proceso: SUCESO X è EVALUACIÓN èEMOCIÓNèACTIVIDAD EMOCIONAL INELUDIBLE èCOMPORTAMIENTO/DECISIÓN EMOCIONAL

El proceso tiene una “intensidad” que incrementa en cada uno de los estadios. La EMOCIÓN surge casi imperceptiblemente e incrementa su intensidad hasta llegar a lo que llamo CÚSPIDE EMOCIONAL. Una vez ahí se abre un período en el que nos cerramos, descartando e ignorando cualquier información que no cuadra con nuestra emoción. Cualquier intento de influir en este período, ya sea desde dentro como desde fuera, es difícil, muy difícil.

Para que os hagáis una idea recordad alguna vez que hayáis estado muy furiosos o hayáis estado con alguien en pleno ataque de ira  ¿A qué razonar en ese momento es casi, casi inútil? Ese período es el que sigue a la CÚSPIDE EMOCIONAL.

Así que para gestionar mejor nuestras emociones, el mejor momento es ANTES de llegar a la CÚSPIDE EMOCIONAL. Y ahí van dos recomendaciones:

1- IDENTIFICAR LOS DESENCADENANTES EMOCIONALES: si sabemos qué desencadena nuestras emociones – sobre todo las que nos llevan a comportamientos inadecuados – podremos bien evitarlos, o bien modularlos con una estrategia adecuada.

2- IDENTIFICAR LAS SENSACIONES QUE SURGEN AL INICIAR LA EMOCIÓN: veíamos en el post de 26 de junio que las emociones están correlacionadas con las sensaciones en el cuerpo. Si sabemos identificar las sensaciones en un primer estadio, tendremos la ventana adecuada de tiempo para gestionar la emoción antes de llegar a la CÚSPIDE EMOCIONAL.

¿Y cómo trabajamos estos puntos? Los estás trabajando (1) a través de los ejercicios descritos en los posts del 17 y el 24 de abril. Ya ves, en el fondo estamos siempre dando vueltas al DARSE CUENTA.


(1) Hay otras formas de trabajarlo, por supuesto. Nunca hay un camino único ni adecuado a todos (recordad la cita de BUDA que periódicamente apunto en el Blog).  Cada uno de nosotros tiene su forma más óptima de llegar a DARSE CUENTA. Es por ello que conocernos, el AUTOCONOCIMIENTO, es esencial al igual que tener clara la INTENCIÓN. Yo apunto ejercicios que a mí me funcionan y que he visto que funcionan a mucha gente, pero igual a ti te va mejor otro enfoque…

Lo que es importante es que conozcas el MODELO (cómo funcionamos). Así te será más fácil observar, reconocer y aplicar. Revisa el post de 10 de julio para entender que implica trabajar con MODELOS.


martes, 19 de julio de 2016

Identifica tus “DESENCADENANTES HABITUALES”

Cuanto más atentos estamos, menos probable es que cualquier desencadenante, incluso en las circunstancias más mundanas, pueda provocar comportamientos precipitados e irreflexivos que conduzcan a consecuencias indeseadas”. Marshall Goldsmith

¿Para qué sirven las emociones? Las emociones nos preparan para manejar lo que sucede en nuestro entorno sin que tengamos que entretenernos mucho a pensar en lo que hay que hacer.

¿Qué pasa cuando surge una emoción? Las emociones provocan cambios en…

1 … nuestro cerebro para incitarnos a que nos ocupemos de lo que ha desencadenado la emoción.

2 … nuestro sistema nervioso autónomo, que regula el ritmo cardíaco, la respiración y otras funciones corporales que nos preparan para la acción.

Recuerda el proceso de generación de la emoción:

SUCESO X è EVALUACIÓN è EMOCIÓN

SUCESO: continuamente están sucediendo cosas en nuestro entorno. Cosas de las que tenemos consciencia, y otras de las que no somos conscientes (1).

EVALUACIÓN: continuamente estamos evaluando de forma automática (2) lo que sucede, y cuando detectamos algo relevante para nuestro bienestar o supervivencia, se desencadena la EMOCIÓN

Al realizar el ejercicio que te propongo en el post de 24 de abril (Cuaderno de Bitácora Emocional), poco a poco irás identificando TUS DESENCADENANTES HABITUALES. Con atención y una actitud curiosa, irás desentrañando tu mapa emocional.

Como ejemplo te pongo algunos de MIS DESENCADENANTES HABITUALES (algunos son universales, otros son muy míos J):

1: La posibilidad de caer (físicamente)
2: El rechazo
3: La desconsideración
4: La divagación
5: El servilismo

Cuando percibo alguno de ellos, es fácil que, antes de darme cuenta, ya esté sumergida en la emoción (3): SON – entre otros - MIS DESENCADENANTES HABITUALES.

(1) Nuestro consciente puede manejar aproximadamente de 5 a 9 unidades de información en cada momento, mientras que nuestro inconsciente puede manejar unos 2,3 millones de unidades de información.

(2) La mayor parte de evaluaciones que realizamos son automáticas. Como todo en la vida hay ventajas en que lo sean (no perdemos energía ni tiempo) y también hay desventajas en que lo sean (a veces no son todo lo adecuados en según que situaciones). Precisamente el trabajo que te propongo es tomar consciencia de los automatismos, conocerlos, revisarlos y ver si realmente son adecuados para nuestra INTENCIÓN en un contexto dado.

(3) Poco a poco, al ir entrenando el DARSE CUENTA a través del ejercicio que os propongo en el post de 17 de abril me es más fácil identificar la emoción antes de que me embargue. Asimismo, también soy más capaz de prepararme para las situaciones en las que estos desencadenantes puedan presentarse, y así controlar mejor el proceso emocional.


domingo, 10 de julio de 2016

¿Y cómo te manejas tú en la complejidad?

Siempre me gusta ver el lado optimista de la vida, pero soy lo suficientemente realista como para saber que la vida es un asunto complejo” Walt Disney

Antes de seguir con el “proceso emocional” es importante entender qué son y qué nos aportan los modelos.

Desde siempre, el hombre ha creado modelos – simplificaciones de la realidad – para ayudar entender y manejar el mundo que nos rodea. Filósofos, matemáticos, médicos, sociólogos etc.… han generado modelos y ,en base a estos, han construido metodologías, instrumentos y productos orientados a solucionar problemas o a mejorar situaciones.

Para entendernos mejor te pondré un ejemplo muy sencillo de modelaje: el plano.

Cuando quieres ir de un punto a otro de la ciudad, de la provincia, del país, en la montaña, en el mar, lo que sea, lo que haces es coger un plano (1) y, en base al plano, recorres el camino. El plano es la representación simplificada de la ciudad, provincia o lo que sea que vayas a recorrer. Si en lugar de darte un plano te doy una fotografía aérea, fliparás ¿no?. El plano es lo suficientemente esquemático como para ser de ayuda. La fotografía aérea se acerca más a la realidad, pero no es simplificación suficiente como para ayudarte a llegar a destino. Eso es, el modelo hace una reducción de la realidad con un objetivo: servir a un fin.

Ahora bien, cuando vas circulando plano en mano ¿a qué no esperas que lo que ves se corresponda exactamente con el plano?. Verás edificios, coches, personas, árboles… Incluso es posible que haya calles cortadas o edificaciones nuevas o callejuelas no indicadas…

Y es que cuando circulamos con el plano no esperamos que lo que vemos corresponda 100% a nuestro esquema. Sencillamente utilizamos el plano como ayuda y vamos completando y confirmando o corrigiendo según vamos avanzando. Al final, la clave de la interpretación siempre está en nosotros (2).

El problema de los modelos surge cuando quien los maneja se olvida de que son reducciones de la realidad, de que la realidad es mucho más compleja que el modelo.

Lo que veremos en el siguiente post es un modelo del proceso emocional. Nos ayudará a entender qué pasa, cuáles son los puntos clave, dónde podemos incidir, qué podemos trabajar, pero no esperemos una “receta” a seguir paso a paso. Teniendo el modelo en mente, somos nosotros quienes debemos observar, discernir y aplicar según veamos.

Y eso sirve para todo lo que vayamos viendo en estos posts.


(1) Permíteme esta licencia, ya sé que hoy en día utilizarás google maps, o tom tom o garmin o lo que sea J
(2)
No creas en lo que has oído. No creas en
la tradición porque provenga de muchas
generaciones. No creas en nada de lo que
se ha hablado muchas veces. No creas en
algo porque haya sido escrito por algún
viejo sabio. No creas en las conjeturas. No
creas en la autoridad, en los maestros o
en los ancianos. Cuando hayas observado
y analizado detenidamente una cosa, que
esté de acuerdo con la razón y beneficie a
uno y a todos, entonces acéptala y vive
conforme a ella” BUDA