No, no
estamos solos. Es importante que lo sepas. Sentirse solo en los problemas que
surgen en el día a día dificulta cualquier acción, dificulta ver lo bueno en lo
que nos rodea y nos dificulta acercarnos a los demás.
Es
importante que sepas que nadie, absolutamente nadie vive una vida sin dolor, ya
sea físico, mental o ambos, nadie vive sin disgustos, sin decepciones, sin
horas bajas. Es importante que lo sepas ya que hoy en día, a través de las
redes sociales, es más fácil que tengamos la percepción de que los demás viven
una vida “perfecta” y que sintamos que nunca alcanzaremos ese nivel. Piensa
que, seguramente, estas personas vean tus páginas en redes y sientan lo mismo.
Pensando
en esto se me ocurren algunas reflexiones:
1.-No dejar
que me cree para mí misma unas expectativas de vida irreales.
2.-Aprender
a fijar mi atención en las pequeñas cosas estupendas que pasan cada día y
saborearlas.
3.-
Cuando me sienta “fatal”, abrazar esa sensación, observar qué pensamientos me
surgen, sentir mi cuerpo, aceptar que estoy en esa emoción y que está ahí para
darme información. Escucharme.
4.-
Cuando me sienta “estupenda”, abrazar la sensación, observar, sentir, aceptar y
recordar lo que abracé, observé, sentí y acepté la última vez que estuve “fatal”.
Escucharme para saber que soy la misma “estupenda” que estuvo “fatal”.
Al darte
cuenta de que eres la misma persona, es más fácil que transites mejor por estos
estados.
Al
darte cuenta de que todos pasamos por estos estados, que nadie se libra, es más
fácil que transites mejor por estos estados y que aprendas a ver a los otros
como lo que son, como lo que tú eres: humanos.
Escúchate
y aprende de ti.
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