¡¡¡¡Paren el mundo, que me quiero bajar!!!! - Mafalda
Creo que estamos de acuerdo
en que eso no va a suceder, ¿verdad? Las cosas que nos pasan, que pasan a nuestro
alrededor, no van a desaparecer, no van a cambiar (1), nadie puede ofrecernos ningún
método que lo consiga. Lo que sí que nos pueden ofrecer son herramientas que
nos ayuden a relacionarnos con aquello que nos pasó, nos pasa y nos pasará.
Herramientas que nos permitan pasar de ir improvisando nuestra vida a aprender
a vivirla.
Os hablaré en estos próximos
posts de una de estas herramientas: la consciencia
plena. Os explicaré qué es, para qué nos puede servir y cómo
entrenarla.
La consciencia
plena se conoce también por su nombre en inglés (Mindfulness) y hoy
en día está – diría yo – de moda. Nos ha llegado principalmente por la gestión
del estrés, ya que es una metodología que se aplica con éxito para su reducción.
Pero ésta no es más que una de las múltiples “aplicaciones” o beneficios de
entrenar la consciencia plena, diría
que ni tan solo es la más importante.
Os dejo un breve vídeo (2) en el que se ilustra de forma muy
gráfica una de estas aplicaciones: tener una perspectiva clara de lo que
acontece.
https://www.youtube.com/watch?v=8dMiv5B7I0Y
Tal como dice Susan Kaiser “Quisiera que la consciencia plena eliminara
todas las cosas malas de la vida, pero no puede. Lo que puede hacer es
ayudarnos a clarificar nuestra perspectiva para así poder ver nuestra
experiencia interna y externa de forma clara, con amabilidad y compasión hacia
nosotros mismos y los demás”.
(1) Es una forma de hablar ya que lo único
constante en esta vida es el cambio J. Me refiero a que las cosas pasan, buenas o malas y
que no es posible evitar durante nuestra vida momentos duros, difíciles...
Todos vamos a pasar por ellos y eso es la vida.
(2) Para los que no dominéis el inglés os
transcribo el vídeo:
Hola, soy Susan Kaiser Greenland y estoy aquí hoy para
hablaros de la claridad de perspectiva con la que todos nacemos.
Tomando la bola: todos
nacemos con esta perspectiva, clara y calmada, como el agua en esta bola. Mira,
si pongo la bola frente a mí, todavía te veo, ¿puedes verme tú a mí?. Esta es la perspectiva clara con la que
nacemos, que no está nublada por lo que nos pasa en el día a día.
Toma la bola y la agita: pero con el estrés y la tensión que experimentamos diariamente, todos
con mucho trabajo, los niños con muchos deberes y actividades… Esto tiende a
nublar nuestra perspectiva, ¿lo veis? ¿podéis ver claramente a través de la
bola? Podemos ver algo, pero hay todavía cosas ahí que nublan nuestra mente.
Así que tomamos tiempo (cierra los ojos), sentimos nuestra respiración, tomamos una pausa y mira lo que pasa. Todas
aquellas cosas que nublaban nuestra perspectiva lentamente van depositándose en
el fondo. No desaparecen, están todavía allá abajo. No nublan nuestra
perspectiva ya.
Y si eso es lo
que pasa con el estrés y la tensión del día a día, ¿qué pasa con las emociones
negativas?
(toma la bola verde)
(Agitando la bola) como
la purpurina verde de esta bola, digamos que es ira o envidia o celos o
frustración, cosas negativas que nublan mucho nuestra perspectiva, tanto que no
podemos ver nada a través. Pero lo mismo es cierto, tomamos tiempo, sentimos
nuestra respiración, una pausa, y lo negativo se deposita en el fondo. Ahora (mostrando
la bola) ¿han desaparecido las cosas
negativas? No, están todavía en el fondo de la bola. Querría que el Mindfulness
hiciera desaparecer las cosas negativas de nuestra vida, pero no puede. Pero lo
que puede hacer es ayudarnos a tener una perspectiva clara para poder ver
nuestras experiencias internas y externas con claridad, con amabilidad y
compasión hacia nosotros y hacia los otros.