miércoles, 20 de noviembre de 2019

Verte como quien decide en tu vida


La vida va sucediendo a nuestro alrededor, y a veces nos parece que nos ayuda, mientras que, otras veces, nos parece que se nos gira en contra. Incluso hay ocasiones en que lo que en un momento nos pareció que se nos giraba en contra resultó ser una gran oportunidad que supimos aprovechar y viceversa. No tenemos más control sobre nuestra vida que el que ejercemos en nuestras elecciones del día a día. Son estas elecciones las que nos van a ayudar a construir cosas como un carácter que nos permita gestionar mejor los reveses y las oportunidades, un cuerpo que nos permita afrontar mejor la actividad, el desgaste, los riesgos de salud y los retos que nos vayan surgiendo o un entorno que nos dé apoyo y energía.

Para hablar de la vida me gusta utilizar el símil de la navegación. Me imagino que decido emprender un viaje, y puedo hacerlo de muchas formas, todas muy válidas, pero cada una de ellas me demandará cosas distintas y me conllevará riesgos y oportunidades distintas. Puedo decidir dejarme llevar por las corrientes y el viento, o puedo decidir que quiero navegar hasta Ibiza, o hasta Nueva Zelanda, puedo fijarme un tiempo o no, sea lo que sea lo que haga, ahí hay una decisión. Y cada decisión de las que puedo tomar sobre cómo echarme a la mar me pone en una situación, unos requerimientos y unos riesgos y oportunidades distintos. Ninguna es más buena ni más mala que la otra, son sencillamente distintas.

Así es la vida, como el mar, con sus días de calma y sus tormentas, sus días buenos y sus días malos. Y así somos nosotros, como el patrón de la embarcación, conociendo si nuestro barquito puede o no afrontar una galerna, si llevamos suficientes provisiones de agua como para adentrarnos más allá, y conociéndonos a nosotros mismos y nuestra capacidad de gestionarnos en el entorno marino. 

Podemos decidir navegar sin rumbo, a lo que surja, porque así nos apetece, y asumir los riesgos y las oportunidades de esta elección. Podemos decidir hacerlo así, pero bien pertrechados de provisiones y recursos, o bien a la buena de Dios. Cada una de estas decisiones nos lleva a sitios distintos, o más bien, aumenta las probabilidades de llegar a estos sitios. Yo puedo decidir llegar a Ibiza el viernes, prepararme y pertrecharme a conciencia y naufragar, puede pasar, pero es menos probable que si mi decisión es cruzar el cabo de hornos en una chalupa y sin ninguna preparación.

Tanto si has decidido dejarte llevar como si sabes adónde ir; tanto si te has pertrechado a conciencia o no, ser consciente de esas decisiones que estás tomando cada día es importante. Lo es porque te permite, en caso de que haya algo que no funcione y te sientas mal, cambiar. Y todavía más importante, te permite verte como quien decide en tu vida, incluso cuando decides que sean los otros los que decidan por ti, y en esto se enraíza tu capacidad de darle la vuelta a tu vida en el momento en que tú así lo decidas. Así lo siento yo y espero que esta reflexión te sirva.

martes, 19 de noviembre de 2019

El estrés: ¿ese monstruo que viene a ver al directivo?


DKV ha publicado un estudio (1) que estos días ha generado titulares como:

El estrés devora al 91% de los directivos españoles, El estrés deja huella en nueve de cada diez directivos, El 91% de los directivos españoles vive estresado, Nueve de cada diez directivos en España sufre estrés,El estrés lastra el buen estado de salud de los altos directivos ...

etc…

Bien, hasta que no sepamos ver que el estrés es necesario, que lo que se necesita no es menos estrés, sino que cada uno sepamos cómo gestionarlo en una forma en que no tan solo no nos perjudique, sino que funcione como una palanca que nos ayude a conseguir esa vida a la que cada uno aspira, hasta entonces, no conseguiremos más que resultados mediocres.

Así que todos estos titulares nos hacen un flaco favor al hacer que veamos el estrés como un peligro.

Te dejo algunas referencias para que puedas bucear en el tema, si es que te interesa empezar a buscar cómo gestionar ese supuesto monstruo…

https://www.abc.net.au/life/changing-how-you-think-about-stress-to-be-less-affected-by-it/10824484

https://www.ted.com/talks/kelly_mcgonigal_how_to_make_stress_your_friend?language=es

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23437923 : Rethinking stress: the role of mindsets in determining the stress response.





(1)https://cuidatemucho.dkvsalud.es/gracias-estudio-de-salud-y-bienestar-directivos?submissionGuid=b6d0125a-a54b-42fe-a54f-7b7d86e8dcb5

¿Das por supuesta tu claridad mental?




La claridad mental es algo que tendemos a dar por supuesto mientras somos jóvenes, pero al ir avanzando el tiempo, y mientras se alarga la esperanza de vida, empezamos a darnos cuenta de lo valioso que es mantenerla en buenas condiciones.

Hay tantos artículos, tantos libros, tantas recomendaciones… 
La industria se ha puesto ya en marcha para ofrecernos toda clase de productos dirigidos a dar respuesta a este miedo que puede asaltarnos: 
¿Estaré en plenas facultades para disfrutar de mi muy merecida jubilación?
¿Cómo preservar la claridad mental a lo largo de nuestra vida? Comparto con vosotros dos links solventes que os pueden orientar en este asunto (1)

Hay algunos temas importantes que quiero resaltar y que se abordan en estos dos informes:

1.- No hay productos (libros, ejercicios, suplementos, alimentos, técnicas,  ….) “mágicos” que haya que comprar para afrontar el reto de disfrutar de una buena calidad de vida en nuestra última etapa (2).

2.- Lo que sí hay son estilos de vida que ayudan y estilos de vida que no lo hacen.

¿Qué incluye un estilo de vida? Pues entre otras cosas:

- Cómo nos alimentamos (qué y cuánto)
- Cómo nos movemos (qué y cuánto)
- “Malos hábitos”: fumar y beber (qué y cuánto)
Estos tres son los factores que – de lo que se desprende de los estudios - parece que más influyen en sostener nuestra función mental a lo largo de los años. Eso no quiere decir que no haya otros factores, como el dormir adecuadamente o saber gestionar nuestras emociones y relaciones o el soporte de familiares y amigos, intereses y aficiones etc.., pero las mencionadas son las más contrastadas en este momento.

Apostar al máximo por una mente sostenible, de eso se trata, pero, al mismo tiempo, tener en cuenta que la vida transcurre hoy, que no se trata de preocuparnos sino de ocuparnos. Ir tomando buenas decisiones que son las que ni hipotecan el presente ni hipotecan el futuro, en definitiva, un equilibrio sano.



(1) WHO: https://www.who.int/es/news-room/detail/14-05-2019-adopting-a-healthy-lifestyle-helps-reduce-the-risk-of-dementia(en castellano)

GCBH: https://www.aarp.org/health/brain-health/global-council-on-brain-health/(en inglés)

(2) Es humano, nos gusta disponer de fórmulas que nos quiten del azar y que no nos exijan que nos ocupemos nosotros mismos de disponer del máximo de recursos para hacer frente a lo que acontezca.