sábado, 20 de mayo de 2017

1, 2, 3 cosas que hoy, más que nunca, vas a necesitar




Coge un boli y escribe qué cosas caracterizan al mundo en que nos movemos. Yo hice el ejercicio:



Hay tantas cosas que hacer, tanto a nuestro alcance, tanto entre lo que elegir, todo cambia tan rápido… Se me pasa por la cabeza que, para navegar por un mundo así, hay tres cosas que, aunque siempre han sido importantes, hoy en día todavía lo son más:

1.- Visión, para saber hacia dónde me dirijo.

2.- Pensamiento crítico, para discernir ante lo que la vida me va poniendo por delante.

3.- El justo punto de pasión y fuerza de voluntad combinadas, para perseverar en el camino


¿Por qué creo que necesitamos VISIÓN?

Estas dos imágenes las he utilizado ya en el blog y describen mi visión sobre la visión…


Vivimos en una sociedad que si se caracteriza por algo es por ofrecernos un montón de opciones. Hace unos años – tampoco tantos – casi casi al nacer ya se tenía claro el recorrido vital: cole, trabajo, casarse, hijos, nietos, ... Tampoco hacía falta decidir demasiado a la hora de comprar ropa, comer o entretenerse o lo que sea. Hoy ya no es así, en absoluto.

Cuando nos enfrentamos a las miles de decisiones que tomamos cada día (1) es importante tener claro un marco de referencia (que es el que nos da la visión) para no ir dando bandazos. Lo que decido en cada momento suma o resta en la construcción de la vida que quiero. El problema aparece cuando no tengo claro qué vida quiero, ya que entonces desaparece este marco de referencia, y las decisiones que voy tomando a veces suman y a veces restan…

Antes, tener este marco de referencia, no era tan necesario, sencillamente seguías por la vía tradicional y ya está. Solamente unos pocos optaban por crearse vías alternativas. Hoy en día la diferencia está en que disponer de marco de referencia es necesario para sobrevivir, sino, puedes perder fácilmente el hilo.

No es fácil construir este marco de referencia. Si fuera fácil todos lo tendríamos claro. Hay que pausar, sentarse y pensar. Y ya sabes que esto cuesta (2).

¡Hasta el próximo día! Pasa una feliz semana.

Notas y recursos adicionales

(1) Solamente las relacionadas con qué comemos llegan a ser unas 14 que tomamos de forma consciente, y hasta unas 200 en total si tenemos en cuenta las que tomamos de forma no consciente: http://evidencebasedliving.human.cornell.edu/2010/03/02/so-many-decisions-so-little-time/

(2) He encontrado este artículo de Scientific American sobre el gasto energético de nuestro cerebro (https://www.scientificamerican.com/article/thinking-hard-calories/). Me surgen dos reflexiones:

-Si seguís a Alan Wallace, recordaréis su planteamiento de que mente no es cerebro. Según él, identificar la consciencia como un subproducto del cerebro es una opción muy pobre. En el artículo se reflexiona sobre la poca diferencia de gasto energético que se detecta entre pensar intensamente y el reposo… ¿Es el pensamiento un subproducto del cerebro o hay algo más ahí?

-Al final del artículo un científico nos dice: “Mi hipótesis general es que el cerebro es perezoso.  Al cerebro le cuesta un montón enfocarse en una sola cosa demasiado tiempo. Es posible que la concentración sostenida cree algunos cambios en el cerebro que promuevan que se evite este estado. Podría ser como un cronómetro que dijera, OK, ya se acabó. Quizás al cerebro sencillamente no le guste trabajar duro por mucho tiempo”. Yo iría más allá: el cerebro no solamente es perezoso, sino que además es tonto ;))) eso sí, es muy colaborador cuando sabes tratarlo.