“Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”-
Yoda
Estaba
leyendo el periódico, hablaba sobre el fundador de IKEA y el manifiesto que
escribió en 1973 describiendo los que pensaba eran los ingredientes esenciales
de su éxito.
Entre
éstos figuraba “alcanzar buenos
resultados mediante pequeños medios”.
Y es
que, a veces, esperamos disponer de más tiempo, o ser más hábiles, o
competentes o tener más recursos o conocimientos… y así pasan los días, y
seguimos respondiendo y respondiéndonos que, si tuviésemos más tiempo, más
fuerza de voluntad o más lo que sea, podríamos llegar ahí.
Un día
lo vi claro en la clase de spinning: si mi intención es dedicar 45’ a trabajar
mi capacidad cardiovascular, es importante que estos 45’ los dedique a eso, con
toda mi atención e intención. No me vale distraerme, o hablar con uno o con
otro, o pedalear con desgana o mirar el reloj y pensar en que tengo trabajo
pendiente … Y no solamente esto, si tengo que trabajar mi capacidad
cardiovascular, es mejor hacerlo sin perjudicar otros aspectos, una postura
adecuada, la bicicleta bien graduada, los ritmos como los marcan y buscar las
sensaciones indicadas para cada etapa contribuyen a ello.
Si lo haces, hazlo
a conciencia
La
primera vez que leí sobre la importancia de estar ahí, en lo que hagas, de
hacerlo a consciencia, fue leyendo este artículo de Marshall Goldsmith (1)
“Ya solamente en American
Airlines tengo más de 11 millones de millas acumuladas. La mayor parte del
personal de cabina hacen un gran trabajo. En un vuelo cualquiera, hay dos tipos
de personal de cabina, uno está motivado, se le ve entusiasmado y optimista,
mientras que otro tiene una actitud negativa, amarga, enfadada y cínica. Estoy
seguro de que has estado en ese vuelo alguna vez.
¿Cuál es la diferencia?
La diferencia no es lo que la compañía aérea está dando. Ambas personas
seguramente cobran lo mismo, visten el mismo uniforme, sirven a los mismos
clientes, en el mismo avión, con el mismo programa de lealtad para los
empleados.
¿Cuál es la diferencia?
La diferencia no está en el exterior. La diferencia está dentro.”
No
niego que lo más fácil es dejarse ir, pero si lo que hago lo hago con
implicación, me siento bien, y el resultado es mejor que cuando lo hago con
desgana, por obligación o distraída.
No me merezco
desperdiciar mi tiempo,
y tú tampoco lo mereces.