martes, 3 de julio de 2018

Esos embolados en los que te mete tu mente



Estos últimos días he leído tres párrafos que me han dado que pensar. Los leí por separado, en soportes distintos y en distintos días, y, el domingo mientras corría, se entrelazaron. No sé si tú has sentido alguna vez esta sensación de conectar cosas, si es así, ya sabrás lo bonito que es.

Nuestra mente está diseñada para protegernos. Es un diseño adaptativo que, hoy en día, se ha quedado, en cierta manera, obsoleto. Pero, contamos con una paleta inabarcable de recursos para poder contrarrestar esta obsolescencia, para navegarla y hacer que colabore en lugar de entorpecernos.

Ante estos embolados en que nos mete nuestra mente por su buena y obsoleta intención de protegernos, solamente cabe, primero, entender y agradecer (1) la intención y, luego, escoger el camino con conocimiento y criterio.

Párrafo 1:

“[…] El pesimismo es abrazado siempre por reaccionarios y por populistas. A aquellos les sirve de pretexto para no hacer nada. A estos, de excusa para querer cambiarlo todo. […]”  José Antonio Marina

Yo quiero darme cuenta de cuando busco excusas o pretextos. Creo que afrontar las cosas desde la claridad y la serenidad es lo mejor que puedo hacer. Cuando me engaño, quizás escapo de algo que me incomoda, aunque sea de forma inconsciente, pero, cuando escapo, ese algo que me incomoda vuelve a presentarse y ¿Toca escapar otra vez? 

Reconocer que no tengo ganas de hacer algo o que no sé cómo hacerlo o que me parece que me va a costar mucho hacerlo es el primer paso para replantear las cosas con criterio y construir.

Párrafo 2:

“[…] Nosotros procuramos dormir todas las noches con tres estrellas y levantarnos con ninguna. Siempre le digo al equipo que hay que ganárselas cada día, ser muy constantes y pensar que cada cliente viene de cero y con expectativas. Lo que cocinamos ayer no quita el hambre de hoy […]” Eneko Atxa

Cuando me aferro a lo que hice o no ayer, o cuando me lastra lo que hice o no ayer, me estoy privando, consciente o inconscientemente, del aquí y del ahora, que es lo que me va a llevar a la vida que quiero vivir, ahora y en el futuro. El pasado me tiene que servir para aprender, no para apalancarme o para limitarme. 

Párrafo 3:

“[…] Hacer esto de buscar pruebas que confirmen nuestras sospechas hasta tiene nombre. Se llama “falacia de evidencia incompleta” o cherry picking. Lo que viene a decir que cuando queremos confirmar algo que ya creemos que sabemos, sin querer tendemos a fijarnos en las pruebas que nos dan la razón. Desde quedarnos con evidencias anecdóticas hasta seleccionar los resultados a medida para que confirmen nuestra hipótesis. Ni siquiera lo hacemos con una intención perversa de manipular la información a nuestro favor, sino que lo hacemos de forma inconsciente. Tenemos unas ideas preconcebidas y tendemos a buscar aquello que las confirme. Porque si son nuestras ideas, seguro que es porque nos parece que son las que tienen más sentido[…] Deborah García Bello 

Yo quiero procesar la información con pensamiento crítico y, a la vez, apertura de mente. Para ello debo ser consciente de lo que se llaman sesgos cognitivos, que, sencillamente, son formas en que la mente nos engaña sin ser nosotros conscientes de ello. El “cherry picking” del que se habla en el párrafo 3 es un sesgo cognitivo. 

Para evitar los sesgos cognitivos primero debo conocerlos, saber cómo funcionan, y, luego, debo preguntarme a mí misma, de vez en cuando (2), si eso que interpreto o creo se ve o no afectado por algún sesgo. 

El que duda, quizás no es que no sepa, es posible que utilice la duda y el cuestionamiento como herramientas para escapar de este tipo de sesgos. Yo también quiero hacerlo

Conclusión

Tu mente te protege con excusas y pretextos, con aferramientos y creencias, con promesas de certidumbre. Eso está bien, agradécelo. Pero, has de saber que tan solo son formas de protegerte. La sobreprotección acabará anulándote. Aprende a gestionarlo, no improvises (3).









(1) Quizás te parezca tonto, pero el gesto de entender y agradecer que tu cuerpo-mente pretendan protegerte en lugar de enfadarte o desesperarte, tiene su sentido. Cuando te enfadas o te desesperas o te frustras, tensas, y al tensar gastas energía y duele. ¿Para qué te vas a enfadar si no te ayuda para nada? Piénsalo.

(2) No se trata de que estés continuamente cuestionándote todo…te volverías loco seguro. Tu mente, precisamente, trata de que te sea más fácil, eficiente y efectivo todo. Se trata de tener siempre a mano la pregunta, la cuestión ¿Es posible que, quizás, sea de otra forma o pueda serlo? 

(3) No se trata de tirarte a la piscina, a ver si no te ahogas, porque puedes ahogarte. Eso no. Hay que aprender, conocer, practicar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario