domingo, 28 de abril de 2019

¿No será que veo lo que quiero ver?


Hay un sesgo cognitivo que me lleva a favorecer, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma mis propias creencias o hipótesis, dando bastante menos oportunidad y peso a posibles alternativas. Este sesgo (1) forma parte de mi “ser humana” y requiere de mí una estrategia que me permita abrirme a considerar otras opciones.

Este esfuerzo vale la pena. Ya no es solamente que reducir este sesgo me permita estar mejor informada, sino que este esfuerzo redunda también en entrenar, entre otras, tres competencias que me interesan mucho: creatividad, colaboración y gestión emocional.

Hoy en día no me ponen fácil entrenar en reducir este sesgo, ya que, a mi tendencia natural, se suma la “personalización” que los algoritmos con los que se gestionan las redes utilizan para intentar “facilitarme la vida”. Estos algoritmos lo que hacen es seleccionarme aquella información que supuestamente me interesa más en base a mis previas selecciones.

He estado leyendo sobre el tema y te destaco este párrafo que he traducido de uno de los artículos que he leído: “Facebook ha enfatizado que la “elección individual” pesa más que lo que pesan los algoritmos, que los grupos de amigos que creamos y nuestras propias acciones para defendernos de contenidos con los que no estamos de acuerdo son los principales culpables de cualquier tipo de “burbuja” que se produzca

Puede ser que sea así, pero damos un empujoncito a este sesgo inherente a la persona y el efecto se multiplica. Yo siempre soy más partidaria de actuar desde la toma de conciencia desde uno mismo, y por esto agradezco que se pongan sobre la mesa la existencia de estos sesgos y estos algoritmos ya que me dan la oportunidad de tomar las medidas adecuadas para sortearlos.

Lee sobre el tema (2) y, sobre todo, obsérvate. Cuando tomes conciencia de este sesgo en ti, entonces construye también una estrategia que te permita, en la medida de lo posible, evitarlo.





(2) Te dejo una serie de links por si estás interesados en saber más sobre este tema:





Y uno de mis favoritos de siempre:



miércoles, 17 de abril de 2019

¿En qué momento lo perdimos?



¡Hola! (1)

Una de las cosas que me rondan últimamente por la cabeza es cómo hacer posible que uno salga del “lo quiero ahora, que no me cueste esfuerzo y, además, que sea emocionante”. Cualquier cosa que propongas que exija esfuerzo tiene muchos números para fracasar. ¿Es que nos hemos vuelto perezosos? No, en absoluto. Lo que nos tiene desbordados es la facilidad y rapidez con la que accedemos a cosas que hasta hace poco costaba esfuerzo conseguir.

Una vez nos acostumbramos a que nos pongan fáciles las cosas es complicado volver a plantearnos esforzarnos por lo que queremos. Es más, lo que tradicionalmente se había deseado y costaba conseguir, ahora está a nuestro alcance, no nos requiere esfuerzo. Entramos sin darnos cuenta en un círculo vicioso que nos priva de una satisfacción básica: lograr cosas.

Cuando pienso en lograr cosas se me aparece la imagen de un niño, la cara que pone cuando consigue hacer algo, el empeño que pone en conseguirlo…. es algo que llevamos en los genes, algo que, si no lo cultivamos, se adormece.

Despertarlo no requiere más que volver a sentir esa satisfacción. Cada instante podemos proponernos pequeños logros: estar más en lo que estamos, ser más amables, elegir sabiamente a lo que vamos a dedicar los próximos minutos… Cuanto más despertemos nuestro gen del logro más fácil será que aquello que nos propongamos lo consigamos. Cuanto más despertemos nuestro gen del logro más reputación construiremos ante nosotros mismos, más sabremos que está en nosotros el poder conseguirlo (2).



(1) Disculpa que haya tardado tanto en publicar: ¡2 meses! Nunca en estos cuatro años había estado tanto tiempo desconectada del blog. Voy publicando reflexiones cortas en mis páginas de Instagram, Facebook y LinkedIn, incluso un artículo más largo en esta última plataforma, así que, ahora mismo, es más fácil seguirme en estas plataformas.

(2) Esta TEDTALK habla de este tema desde otro punto de vista – también muy interesante - https://www.youtube.com/watch?v=qxGapZbbI38- La conferenciante - Mehrnaz Bassiri- nos recuerda la importancia de no ignorar los pequeños logros, de que un pequeño logro trae otro y otro y otro, que son los hábitos de cada día los que van sumando. Ella considera que hoy en día nos hemos acostumbrado a generarnos grandes expectativas que nos llevan a patrones de medir nuestro progreso muy inadecuados y que nos llevan fácilmente al desánimo. Esto suma a lo comentado en el post y hace todavía más difícil que nos veamos capaces de entrar en la dinámica del logro.