… ni lo sientes como yo lo siento.
Entender y manejar esto es crítico para relacionarse,
y más aún en un directivo. Ya no dirigimos personas que se conforman, hoy en
día nuestros equipos están formados por personas exigentes e informadas.
Es importante formar a nuestros directivos para que lo entiendan y
sepan manejarlo
¿A que te resulta más fácil gestionar la relación
con personas que se parecen a ti? Si queremos facilitar la gestión de un equipo
lo más sencillo es formar un equipo con personas que ven y sienten las cosas de
la misma manera. El problema es que, aparte de que es difícil conformarlo así,
a este tipo de equipos no se les da muy bien la innovación.
La diversidad en un equipo es riqueza, pero requiere de competencias
de dirección
Parece tonto, lo sé, pero una formación que permita
a nuestros directivos entender y aprender a manejar esta diversidad de formas
de ver y sentir facilitaría tres cosas muy importantes: los resultados del
equipo y la innovación, el bienestar de sus componentes y el bienestar del
directivo.
Y ¿por qué hablo de bienestar? Las investigaciones sobre las fuentes
principales de estrés en el trabajo apuntan a dos temas: relaciones interpersonales
y la carga de trabajo. Y si lo piensas bien, mucha de la carga de trabajo que nos desborda deriva de falta de coordinación
y comunicación.
Formar a nuestros directivos apuntando a la consecución de resultados a
través de mejorar su capacidad de gestión de las relaciones interpersonales es
un enfoque muy productivo.
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