Viendo la película (1) hay una escena en la que la coprotagonista le dice al protagonista: “El trabajo es lo suficientemente complejo como para no poder hacerlo solo, y ellos no le van a ayudar si usted no les gusta”.
Piensa, ¿Lo has observado alguna vez? Gente que se cae bien se ayuda más, eso es así y sucede sin intención. Pero muchos no nos ponemos como objetivo caer bien, es más, cuando vemos que alguien se esfuerza por caer bien le etiquetamos inmediatamente.
Caer bien no implica dejar de ser asertivo ni ser menos competente, caer bien es una competencia a trabajar, implica conectar con los demás, reconocer las diferencias y saber desarrollar una relación. No la minusvaloremos, y menos hoy en día cuando gran parte del valor añadido nace de la colaboración y la negociación.
Crear las relaciones que permiten desde la diversidad generar innovación y alto rendimiento exige contacto personal presencial en un entorno psicológicamente seguro (2).
(1) Sobre la historia real de Alan Turing, pionero de la informática actual que, liderando a un heterogéneo grupo de académicos, lingüistas, campeones de ajedrez y oficiales de inteligencia, descifró el código de la inquebrantable máquina Enigma de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
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