“Os lo ruego, en vuestras cartas, al narrar
todas estas desventuras, mostradme como soy, sin atenuar, sin rebajar
adversamente. Hablad de quien amó demasiado y sin prudencia, de quien, poco
propenso a los celos, instigado se alteró sobremanera; de quien, como el indio
salvaje, tiró una perla más valiosa que su tribu; de quien, transidos los ojos
que no se empañaban, vierte tantas lágrimas como gotas de mirra los árboles de
Arabia” OTELO, Acto final.
Hemos
hablado de nuestras emociones, y de cómo el estar atentos, el darse cuenta,
nos ofrece un espacio de libertad que nos posibilita elegir nuestro
comportamiento en lugar de reaccionar de forma automática.
Hemos
hablado de los beneficios
(1) que nos aporta una adecuada
regulación emocional.
Hay
otros aspectos a tener en cuenta que tienen que ver con la interpretación que
hacemos de las emociones en otros:
1.- Identificar
la emoción en otros: es cuestión de práctica y de interés, pero hay que
dejar SIEMPRE margen a contrastar, a preguntar, o
simplemente entender que hay muchos factores que afectan en nuestra
interpretación. Nuestro propio estado emocional, nuestras expectativas, nuestra
experiencia, lo que queremos creer etc… todo ello provoca distorsión y puede
llevarnos fácilmente a error.
Ayer,
viendo la serie “Miénteme” (2), el protagonista decía algo así como: “yo solamente identifico la emoción, de lo que no tengo ni idea es de la
causa de la misma”. Así que todavía
hay un aspecto más:
2.- Identificar
la causa de la emoción: Así como la identificación de las emociones en el
otro tiene una base científica (3), la identificación de las causas ya es harina de otro costal. Lo que
causa, detona, una emoción es muchas veces complicado identificarlo en nosotros
mismos, así que imagina lo complicado – casi imposible – que es identificarlo en
otros.
Otelo,
inmerso en una poderosa emoción, malinterpreta la respuesta emocional de Desdémona
como signo de culpabilidad, y eso precipita el dramático final. No dejemos que
esto nos pase a nosotros, seamos conscientes en todo momento de la complejidad y
riqueza, no solo propia, sino también del otro. Las interpretaciones son
solamente eso, interpretaciones. Hay que validar de alguna manera. Te propongo
un método muy sencillo: PREGUNTAR.
(1) En la web de TalentSmart (http://www.talentsmart.com) figuran tres cifras interesantes extraídas
de un estudio sobre más de un millón de personas:
è El 90% de las personas con un
alto rendimiento son hábiles en gestionar sus emociones
è Nuestra capacidad de
regulación emocional explica un 58% de nuestro rendimiento en el trabajo
è Las personas con capacidad de
regulación emocional ganan más que las que no gestionan adecuadamente sus
emociones
(2)
http://www.popularmechanics.com/culture/tv/a3960/4300722/
(3)
https://www.youtube.com/watch?v=-PFqzYoKkCc
No hay comentarios:
Publicar un comentario