lunes, 23 de enero de 2017

Un poco de amimefuncionismo…



Y dice Hamlet, en la quinta escena del primer acto de la obra a la que dio título, que “hay más cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, de las que han sido soñadas en tu filosofía”. Y es que es así.

Siempre ha habido y siempre habrá polémica sobre lo “científico” y lo “pseudocientífico”, y ya os avanzo que mi opinión es que, situándote en el extremo, sea cual sea, te pierdes cosas. Así que más vale saber situarte en cada momento y saber en cada momento dónde estás situado.

He cogido prestado un esquema de una presentación de Aitor Sánchez (https://midietacojea.com) que me parece muy ilustrador:


A veces, trabajar en base a hipótesis, y, de ellas, intentar derivar leyes sin la correspondiente rigurosidad en la experimentación, produce también avances. Eso sí, si hay espíritu crítico, si se ejerce la duda y el cuestionamiento y se pretende llegar a formas de demostrarlo. Muchas hipótesis no pueden contrastarse en un primer momento debido a la falta de tecnología o de metodología o, sencillamente, por la multitud de factores concurrentes que hacen muy difícil establecer causalidades. Para mí esto no quita valor, siempre que sepamos dónde estamos situados, y no tiñamos de ciencia lo que no es (1).

De la misma presentación también he cogido prestado el concepto de amimefuncionismo. El amimefuncionismo según lo define Aitor Sánchez es el derivar del “a mí me funciona una ley universal”. Estoy de acuerdo, no podemos derivar una ley universal de lo que a mí me funciona, ahora bien, tampoco debemos negarlo ni menospreciarlo. Leía el otro día esta frase “Teoría es cuando todo se sabe y nada funciona. Práctica es cuando todo funciona y ninguno sabe por qué́”, para mí define el amimefuncionismo en su esencia.

Para mí el amimefuncionismo es fruto de la complejidad y diversidad del ser humano, que hace que haya cosas que no sepamos por qué, pero nos funcionan (2).  En este blog os voy contando cosas que voy viendo que funcionan, a mí y a otros. Algunas tienen base científica sólida, otras más o menos, pero siempre procuro no pasar al otro lado, donde ni se discute ni se piensa ni se duda (3).

Reconocer a la ciencia su mérito y su aportación es imprescindible, pero hay que dejar siempre una puerta abierta… aunque abierta no significa de par en par y sin filtro ni criterio ¡¡¡OJO!!!!


(1) A veces ya no es teñir de ciencia lo que no es. A veces es la misma prensa la que buscando el titular desvirtúa totalmente estudios estableciendo causalidades donde no las hay o magnificando efectos.

(2) Un ejemplo muy claro es el efecto placebo. Es tan claro que funciona que en el método científico se tiene en cuenta para descartarlo. También hay otro efecto similar que es el que lleva a realizar pruebas de doble ciego que tratan de evitar el sesgo del participante.

(3) El otro día leía que el 40% de los norteamericanos se informan de lo que acontece en el mundo exclusivamente a través de Facebook. Sin contrastar nada…da miedo ¿no?

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