domingo, 25 de enero de 2015

La fuerza de voluntad funciona como un músculo, se fatiga... Hay que aprender a utilizarla de forma inteligente (Habits-4)

Tengo ya mis propósitos para el 2015, dispuesta ya a hacer del sentido común acción común a través de establecer unas acciones que quiero fijar como hábitos para que surjan de mi inconsciente como automatismos, sin necesitar de mucho esfuerzo, reflexión ni elección. 

He mencionado ya a mi primer enemigo – “NO TENGO TIEMPO”- y ya estoy trabajando en él. Para trabajar mi segundo enemigo - “ME FALTA VOLUNTAD”- vuelvo a referirme al libro de Shawn Achor. En este libro Shawn nos explica que la fuerza de voluntad funciona como un músculo, y como tal se fatiga. Si queremos fijar un hábito exclusivamente a base de fuerza de voluntad, tenemos alta probabilidad de fracasar. Yo hago un paralelismo con el entrenamiento en cualquier deporte: hemos de buscar la forma de aprender a optimizar nuestra energía para que no nos fallen las fuerzas.

La clave para crear mis hábitos es la que ya nos indica el antiguo adagio “la práctica hace al maestro”. La práctica repetida hará que mis acciones se engranen en mis mapas mentales. Y para llegar a una práctica repetida será mucho más fácil si consigo que estas acciones estén lo más cerca posible de cumplir la Ley Universal del Mínimo Esfuerzo. 

Quiero identificar para cada acción qué esfuerzo me requiere para iniciarla, el tiempo que me va a llevar, las elecciones que tengo que tomar, en definitiva, el esfuerzo mental y físico que me va a requerir y conseguir reducirlo. Si lo consigo, pronto mis acciones se convertirán en hábitos y pasarán a formar parte de mis automatismos. ¡¡¡Habré conseguido formar parte del 20%!!!!

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