"Felicidad
no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace"— Jean Paul
Sartre
En el post de la semana anterior sobre la
gestión del tiempo, hablaba de utilizar la creatividad para hacer que aquello
que me ocupa más tiempo, en el qué, en el cómo lo hago o con quien lo hago, se
acerque a lo que más me importa. Y me acordé de este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=o0M34EjmBuo
Cuando hacemos cualquier cosa en nuestra vida siempre podemos escoger la actitud con
que la hacemos. No digo que sea fácil, no lo es, pero siempre podemos hacerlo.
En este vídeo veréis una propuesta para aplicarlo (1)
Os transcribo el contenido:
Estando en una conferencia sobre motivación
y compromiso, Marshall Goldsmith observó que las presentaciones se centraban en
aquello que la empresa podía hacer para incrementar el compromiso de sus
empleados y ni se mencionaba qué podían hacer los empleados. Y eso le llevó a
reflexionar: quizás el reto no es lo que
como compañía puedes hacer para lograr ese compromiso, sino lo que puedes hacer
tú como empleado (2)
Por su trabajo Marshall Goldsmith vuela
muchísimo, y en cada ocasión, observa como conviven en el mismo trayecto
personal de vuelo entusiasta, sonriente, energizado y personal de vuelo
negativo, apagado, enfadado y cínico ¡En el mismo vuelo! El mismo avión, el
mismo uniforme, el mismo programa de motivación de empleados… ¿Cuál es la
diferencia? No es lo que hay fuera, es lo que hay dentro lo que marca la
diferencia.
Explica una sencilla técnica que podemos usar en cada reunión, en cada
contacto, una técnica que nos hará más felices, más comprometidos. Y es que en
ese vuelo de tres horas, con el personal de vuelo desmotivado, el que realmente
pierde no es ni la compañía ni el cliente, el que realmente pierde es ese
personal de vuelo, que pierde tres horas de su vida siendo una persona infeliz.
La técnica: imagina una situación muy usual, tienes que ir a una
reunión que prevés pesada, power points inacabables, será una pérdida de
tiempo…. ¿Te suena? Ahora quiero que imagines que al final de la reunión te van
evaluar a través de 4 preguntas, cada pregunta empieza por un ¿HICE LO POSIBLE PARA…?
1.- Estar feliz
2.- Encontrar sentido a la
experiencia
3.- Crear o reforzar relaciones
positivas con los otros
4.- Estar ahí, totalmente presente y
enfocado
Si supieras que te evaluarán a través
de lo que respondas a estas 4 preguntas, ¿harías algo distinto?¿Cómo lo harías.
Marshall Goldsmith ha preguntado esto a miles de personas alrededor del mundo y
todavía nadie ha contestado “hubiera hecho lo mismo”. Han contestado siempre
cosas como “hubiera mostrado más interés”, “hubiera prestado atención”,
“hubiera preguntado”….y entonces les plantea, ¿por qué no te evalúas a ti
mismo? Porque si tú estás ya en esa
reunión, si esa hora está ya “en marcha” y si tu estás desmotivado y
desconectado, ¿quién es el perdedor? Rétate en cada reunión, ¿estoy
haciendo lo posible por ser feliz, por encontrarle significado, por estar
conectado, por crear relaciones positivas? Si
te retas así en cada reunión, ¿qué crees que va a empezar a suceder? Primero,
vas a ser mucho más productivo en la reunión y segundo….vas a tener una vida
mejor.
(1)
Aunque se
enfoca a la vida laboral, podéis hacer un paralelismo directo a la vida
personal
(2) Aquí añadiría que – aparte de que el empleado
busque su compromiso - la empresa siempre tiene la responsabilidad de crear el
entorno que como mínimo no lo impida o dificulte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario