domingo, 10 de abril de 2016

Y hablábamos de ir de expedición…

"Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades" Albus Dumbledore (Harry Potter)

La semana pasada te hablaba de entrenar la atención y de cómo podías enfocar el entrenamiento. Y utilicé el símil de prepararse para una expedición.

Cuando preparamos una expedición lo primero que decidimos es el destino. Sin destino (1) no hay expedición posible. Sabiendo el destino podemos empezar a prepararnos: ¿cuál es la mejor ruta? ¿con qué medios de transporte contaré?¿tengo la suficiente experiencia?¿tengo la suficiente energía?¿necesito o quiero compañía? ¿de cuanto tiempo o dinero dispongo?¿voy a ir ligera de equipaje?¿cómo me voy a orientar?¿cómo sabré si voy bien?...

Un aspecto básico es conocer de qué recursos dispongo, qué me va a ser más fácil y qué más difícil para así anticiparme y prepararme adecuadamente. El autoconocimiento será pues el pilar de mi expedición. Saber de dónde parto me va a permitir encarar mejor mi viaje. Es evidente que si no sé de dónde parto, difícilmente voy a poder llegar a destino.

Cuando algunos piensan en autoconocimiento muchas veces lo descartan por creer que ya saben lo suficiente de sí mismos, por no ver ventajas en conocerse y, en muchas más ocasiones de las que pensamos, lo que menos soportan es estar solos consigo mismos (2)

Otra inquietud que muestran algunos ante el autoconocimiento nace de la idea de que un test, del tipo que sea, pueda determinarles y cerrarles opciones. Tal como comentaba en el post de 27 de febrero de 2015, cada manera de ser y de sentir tiene su lugar en este mundo, no hay una forma de ser única a la que todos debamos aspirar. Hay quien será feliz en la tranquilidad, la seguridad, la rutina y otro que solamente será feliz en la aventura, aunque ésta sea peligrosa. Pero conocer esto no nos obliga en absoluto a seguir el camino que nuestras preferencias puedan marcar.

Lo que es evidente es que sabiendo cuáles son nuestras preferencias podremos tanto decidir el destino como diseñar la expedición de la forma más adecuada. El tener unas preferencias no nos determina en absoluto, solamente nos informa de la cantidad de de energía que vamos a tener que invertir durante el camino. Ahí es donde se encuentran la libertad de elegir y la conciencia de saber lo que elijo.




(1) Intención

(2) http://science.sciencemag.org/content/345/6192/75 - En este experimento se vio que 2/3 de los hombres y un 25% de las mujeres preferían darse electrochoques a estar solos en una habitación durante 15 minutos.

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