“Un montón de piedras deja de ser un montón
de piedras en el momento en que un solo hombre las contempla, concibiendo por
dentro la imagen de una catedral” Antoine
de Saint-Exupéry
En
diciembre pasado te hablaba ya de este montón de piedras (1) y te decía: “cada nueva situación nos abre
una posibilidad de escoger significado”. Pues ésta es la base
del ejercicio 4: dar juego a nuestra mirada, jugar con nuestra capacidad de
reenfoque para dar nuevos significados a lo que vivimos.
--------------------
Esta
semana estuve dando una charla a un grupo estupendo de consultoras de belleza
independientes de Mary Kay, y la verdad es que el tiempo se hizo corto, y
quedaron muchas cosas en el tintero. Y una de las muchas cosas en las que me
hubiera detenido más es en este tema: el reenfoque. Así que
ahí va por vosotras, con todo mi cariño y admiración por el estupendo trabajo
que realizáis cada día.
----------------------
El
reenfoque no va a cambiar la realidad que hay fuera, no es una varita
mágica, ni una pócima, ni un secreto. Tampoco se trata de evadirse, lo que hay
es lo que hay, y de nada sirve negarlo. Se trata sencillamente de mantener la
mejor relación con esa realidad. Y avanzo que tampoco es fácil, pero te aseguro
que vale la pena.
“El tiempo es
en definitiva el único capital que tiene el ser humano, y el único que no puede
permitirse perder” Thomas Edison
La
semana pasada te comentaba sobre lo importante que es aumentar tus minutos
“fantásticos” vs los minutos “de mierda”. Y a esto te ayuda el reenfoque.
Yo
me di cuenta a raíz de un vídeo (2) en el que Marshall Goldsmith proponía
buscar algo que hiciera cambiar la forma en la que vives una situación que no
te motiva, sea porque crees que no te va a aportar nada, o que prevés que será poco
agradable, o que sencillamente “te da palo”. Nunca antes me había planteado que
yo pudiera hacer algo, es más, nunca me había planteado mi parte de
responsabilidad en sacar el máximo partido de esos momentos.
Y
es que hay básicamente dos formas de abordar este tipo de situaciones: o te
abres o te cierras (3). Yo, a la actitud de cerrarse, la llamo entrar en el
modo zombi (4). Si vas a tener que pasar por ello igualmente, ¿Por qué no
intentas aprovechar al máximo ese tiempo? ¿Por qué no intentas adoptar una
actitud que sume y no que reste?
Si
tienes que, por ejemplo, ir a una reunión que no te apetece, y adoptas el modo zombi,
al final, final, el primer perjudicado vas a ser tú:
vas a estar de mal humor antes, durante y después, perderás el tiempo y,
además, seguramente, harás sentirse mal al resto de asistentes. Piénsalo bien.
“La gente
olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo les
hiciste sentir” Maya Angelou
Te
apunto algunos ejemplos de formas de reenfocar situaciones que no puedes o no
quieres evitar y que se te hacen difíciles. Lo primero es aceptar que ese
tiempo vas a pasarlo ahí, así que de nada sirve darle vueltas a qué podrías
estar haciendo en otro sitio ¿no? Mira de utilizar este tiempo para:
-Entrenar
alguna capacidad (¿la paciencia? ¿la escucha? ...).
-O
para investigar posibles tácticas (hoy escucharé sin dar consejos, ni
opiniones, preguntaré y me interesaré, a ver cómo resulta…).
-O
retarte a hacer esa situación más agradable para todos, o para una persona o
varias en concreto.
-Entrenar
tu creatividad: proponer cosas nuevas, hacer preguntas diferentes, …
-Buscarle
un sentido: te dejo el vídeo de Amy Wrzesniewski (7) en el que plantea cómo el
encontrarle un sentido a aquello que haces influye ya no solamente en ti, sino
también en tu entorno. Es la actitud de “lo
que hago no está en la descripción de mis funciones, está en mí”.
-Sé
curioso: fíjate en algo y mira si puedes descubrir alguna pauta.
-Búscale
algún beneficio adicional. Para ello piensa creativamente, escúchate y contrarresta
tus argumentos. Transforma el sentido de la situación, cambia tu perspectiva
hasta encontrar el enfoque que cambie tu visión.
Diseña
tú los momentos en vez de que sean los momentos los que te arrastren. La idea
es transitar del UFF A VER CUÁNDO ACABA ESTO, pasando
por el YA QUE ESTOY AQUÍ, ESTARÉ 100% AQUÍ para
finalmente llegar al TIENE SENTIDO ESTAR AQUÍ, QUIERO ESTAR AQUÍ.
Hoy
dispones de 86.400 segundos y darles sentido al máximo de ellos es importante.
¿Te apuntas?
PD.-
Muchas veces, cuando hablo de estos temas
con alguien, surge el comentario de que con el ritmo que llevan no tienen ni el
tiempo ni la serenidad para aplicar nada. Yo tengo el privilegio de poder
dedicar tiempo y tener serenidad, es cierto, y doy gracias por ello. Es verdad,
cuando llegamos a un punto en el que todo se desborda y los minutos se
atropellan, cuando alguien te dice respira o reenfoca o lleva un diario
emocional o lo que sea, te da rabia, ¡tú no tienes ese tiempo! Ahí van mis observaciones:
1) Mira en qué gastas tu tiempo: debería ser
reflejo de lo que tú valoras. Reflexiona. ¿Coincide?
2) La semana tiene 168 horas. ¿Hay tiempo
suficiente para lo que valoras?
3) Sé creativo con tu tiempo. ¿Puedes hacer algo
de forma diferente? ¿Puedes delegar?...
4) Quizás no debiste esperar a estar tan
desbordado para tomar medidas … ¿No te merece la pena parar un poco y
reconducir?
Y si sientes que esto no es para ti,
que la vida te sonríe, pues me alegro muchísimo por ti. Quizás es ahora el
momento para empezar a entrenar las habilidades que te ayudarán en el caso de
que llegue algún día en que la vida te ponga a prueba. Si dispones ahora del
tiempo y de la serenidad, ¿qué mejor que prepararte?
Los ejercicios que te propongo son
cortos, no te llevarán demasiado tiempo. Lo único es que debes insistir, los
resultados vendrán. Ah, y, sobre todo, sé amable contigo mismo.
(1)
Post del 20 de diciembre de 2015
(2)
Post del 17 de marzo de 2016
(3)
En un lenguaje más de día a día: de cara o de culo
(4)
El modo zombi tiene muchas versiones: “vaya palo, a ver si termina pronto”,
“Vaya pérdida de tiempo”, “lo que podría estar haciendo ahora”, “seguro que no
me va a comprar”, “no me va a atender”, y muchas caras y actitudes: la de palo,
la de “ya que estoy aquí voy a hacer evidente mi desagrado”, la de “no sé qué
hago aquí”, la de derrota…
(5)
Cuanto más te conozcas, mejor. Así sabrás como conseguir reenfoques.
(6)
Hay muchas formas de llegar a conocerte. Puedes ayudarte de tests o
evaluaciones que te aporten información, pero siempre es bueno complementarlo
con tu propia observación. Escúchate mucho, ¿qué te dices? ¿cómo reaccionas? ¿A
qué? ¿qué te hace vibrar?...
(7)
https://www.youtube.com/watch?v=C_igfnctYjA
No hay comentarios:
Publicar un comentario