“No dejes que lo que no puedes hacer
interfiera con lo que sí puedes hacer”– John Wooden
Hay
muchas cosas en la vida que no podremos cambiar, ni tan solo evitar, por mucho
que a veces se nos transmita este mensaje, poniendo en nuestras manos una
responsabilidad que claramente nos supera. Ahora bien, hay otras muchas cosas
que sí que son sensibles a la cualidad de nuestra mente, de nuestros
pensamientos, emociones y conductas. Cosas que a través de pequeños pasos en
nuestro día a día podemos cambiar o evitar (1).
Afortunadamente,
la mayor parte de nosotros forma parte de un grupo privilegiado (2) cuyo día a día no está afectado por
situaciones vitales extremas. A ti, que estás dentro de este grupo, me dirijo
especialmente:
Tenemos una
responsabilidad: se nos dio una vida, y hay que hacer lo
posible para que esté más llena de minutos fantásticos que de minutos “de
mierda” (3)
Hay
una cita que me gusta y que – como muchas otras – no tiene un autor atribuido
claro (4). Y creo que viene al caso:
“Si no nosotros, ¿Quién? Si no ahora,
¿Cuándo?”
Para
conseguir incrementar los minutos fantásticos, y/o disminuir los minutos “de
mierda”, estoy compartiendo contigo recursos que a mí me han funcionado, y que
están a tu alcance. Sé que somos cada uno como somos, y que no todo funciona
para todos, ni en todo momento, pero tienes que darle una oportunidad a lo que
te propongo, tienes que probarlo y, si no funciona, pues lo descartas. Y eso es
lo único que se nos pide: INTENTARLO.
“El 80% del éxito
consiste en estar allí” Woody Allen
Dicho
esto – y disculpa la vehemencia –añado un cuarto recurso a la colección (5): el reenfoque.
¿A
qué me refiero con reenfoque? Pues te lo
explico con un ejemplo: yo corro para mantenerme en forma, pero, a veces, me da
pereza, se me hace pesado, o, al ir justa de tiempo, le doy prioridad a escribir
o a estudiar o a preparar alguna visita. Con ello resulta que a menudo dejaba de
salir y, lo gracioso del caso es que, en muchas ocasiones, ni escribía, ni
estudiaba, ni preparaba nada ;))). Como correr es importante para mí, y eso lo
tengo claro (autoconocimiento),
me planteé reforzar el PARA QUÉ (intención):
- ¿Para qué
corro? Si fuera capaz de encontrar motivos para reforzar mi intención, motivos
que no tan solo tuvieran significado para mí, sino que pudieran, además, ser
más tangibles a corto plazo que el “ponerme en forma”-
Para
entrar en este tipo de proceso necesitas darte cuenta (consciencia plena), así que ¡a
prestar atención! Pues me di cuenta de que, si corría después de meditar,
surgía un río de ideas. Ahora es llegar a casa después de correr y ponerme a anotar
como una loca. Desde que he reenfocado mi intención no falto a mi cita.
La
semana que viene te cuento más ejemplos de reenfoques que a mí me han servido.
Por cierto, no te creas que me olvido, tan pronto acabe de contarte este cuarto
ejercicio sigo con los automatismos J.
Ah,
una última cita:
“Muchos fracasos
en la vida los viven personas que no se dieron cuenta lo cerca que estaban de
conseguirlo cuando se rindieron.”– Thomas Edison
Así
que, ante todo, ¡no te desanimes!
(1)
Incluso las cosas que no podemos cambiar ni evitar podemos llegar a vivirlas de
modo diferente si estamos entrenados para ello.
(2)
De la población de España (46 millones), según estadísticas del 2015, casi el
30% está en riesgo de pobreza y exclusión social (INE), 2,5 millones
aproximadamente tienen algún tipo de discapacidad reconocida (Imserso) y en
2013 casi 2 millones de personas sufrieron de depresión. Alrededor del 40% de
la población tiene una realidad objetiva difícil de entrada…podríamos decir que
el resto partimos de una situación objetiva más sencilla no?
(5)
Te recuerdo los posts donde se presentan los 3 recursos (ejercicios)
anteriores: El primer ejercicio está descrito en el post del 17 de abril de
2016, el segundo ejercicio te lo proponía en el post del 24 de abril de 2016 y
el tercero en el del 15 de octubre de 2016.
No hay comentarios:
Publicar un comentario