Tener
o no tener familia, amigos y/o compañeros de trabajo que te den soporte
emocional afecta enormemente a tu nivel de estrés.
Y es
que somos básicamente sociales. Tan sociales que para nosotros el dolor “social”
es equivalente al dolor físico. Aunque todavía se está investigando alrededor
de este tema, hay mucha evidencia que da soporte a la hipótesis de que el dolor
“social” y el dolor físico comparten sustratos neuronales y neuroquímicos (1). El
dolor físico es una señal que indica que el cuerpo está bajo amenaza, el dolor
“social” señala una amenaza a los vínculos sociales (2), ambos son amenazas a
nuestra supervivencia.
Aún
más: tenemos más facilidad para revivir el dolor “social” que el dolor físico
(3).
El
mensaje está claro, tanto a nivel de empresas o como a nivel personal: TODO LO QUE
HAGAS PARA MEJORAR TU ENTORNO RELACIONAL TE PROTEJE DE LOS EFECTOS NEGATIVOS
DEL ESTRÉS. Sí, la calidad de tu entorno relacional es parte de tu
responsabilidad. Tal como te relacionas influyes también en como los otros se relacionan
contigo.
Nadie
nos enseña a cómo relacionarnos, lo hacemos sobre la marcha, de lo que vemos y
vivimos en casa, en el trabajo… No tenemos consciencia de que podemos aprender
a hacerlo. Y como siempre digo: es mucho mejor aprender a gestionar las
relaciones (de pareja, familiares, en la empresa, …) que ir improvisando.
Perderás menos tiempo, menos energía y los resultados serán más buenos.
¡Hasta
el próximo domingo! Pasa una feliz semana.
Notas y recursos adicionales
(1) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26678402
-Social pain and physical pain: shared paths to resilience-
(2)
Los vínculos sociales han jugado un papel muy relevante en la supervivencia de
nuestra especie.
(3) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4465485/-Why
Social Pain Can Live on: Different Neural Mechanisms Are Associated with
Reliving Social and Physical Pain-
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