Se me ha ocurrido
pensar en esto mientras corría esta mañana. Le daba vueltas a lo que pensaba escribirte
y, de repente, me pasa por la cabeza que cuando pretendemos cambiar alguna cosa
hay tres enemigos principales:
El desaliento
El victimismo
La complacencia
El desaliento es mi enemigo cuando al
intentarlo no me funciona y abandono.
El victimismo es mi enemigo cuando al
intentarlo no me funciona y pongo toda la responsabilidad en otras personas o
circunstancias.
La complacencia es mi enemiga cuando al
intentarlo me conformo enseguida o me auto convenzo de que ya estoy bien como
estoy.
Pensando en esto,
se me ocurre que cada uno tenemos más o menos predisposición (o peligro) de
dejarnos abatir por uno u otro de estos enemigos. Y, para protegernos de ellos,
es importante conocernos, saber por dónde nos pueden pillar y preparar la
estrategia adecuada para ponérselo lo más difícil posible.
Todo proceso de cambio,
todo proceso de desarrollo, tiene sus altos y sus bajos, sus éxitos y sus
fracasos. No hay estrategias infalibles, pero sí que hay estrategias que se
adecúan más tanto al propósito perseguido como a ti. Esas son las que tienen la
mayor probabilidad de éxito.
Es importante
tener en cuenta que tú NO TIENES FORTALEZAS NI TIENES DEBILIDADES. Lo que
llamamos fortalezas y debilidades sencillamente son cosas que van a ayudarnos o
van a entorpecernos según el propósito que nos marquemos. Si me marco ser la
estrella de la fiesta, mi introversión puede ser una debilidad. Si me marco ser
una erudita en cierto campo, mi introversión puede ser una fortaleza. ¿Me
explico?
Visto esto, para
conseguir algo tienes que tener claro lo que quieres (tu propósito) y cómo eres
(qué es lo que te es más fácil o difícil). Una vez tengas claro estas dos
cosas, podrás diseñar tu estrategia. ¿Y será infalible? Pues no, no hay nada infalible,
tendrás tus éxitos y tus fracasos a lo largo del trayecto. Es por ello que
tendrás que tener en cuenta a los tres enemigos que te menciono al principio.
Si consigues sortearlos, tu probabilidad de llegar a lo que quieres es mucho
mayor.
¡Hasta la próxima
semana!
Excelente post Ana.Como bien dices, no hay cambio posible sin tener un norte claro, pero siempre todo cambio implica esfuerzo y cualquier esfuerzo requiere apoyarnos en nuestras fortalezas, de ahí lo importante que resulta el autoconocimiento del que has hablado en posts anteriores. Gracias por tus posts🔮
ResponderEliminarGracias por enriquecer el post con tus comentarios María!!
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