Al leer este párrafo del prólogo del libro “La vida secreta de los árboles” me vino a la mente aquel desiderátum ampliamente extendido: trabajar en algo que nos apasione. Muchos pasan años soñando con ello, otros van de empresa en empresa, de trabajo en trabajo sin conseguirlo... solamente unos pocos llegan a realizar el deseo.
En esta búsqueda, en este sueño, la realidad, que es muy tozuda, nos aterriza una y otra vez ¿Por qué es tan difícil conseguir trabajar en lo que nos apasiona? Después de darle vueltas y leer sobre el tema, creo que quizás es la forma en que formulamos este deseo la que nos impide realizarlo. Comparto contigo tres reflexiones:
1.- Tendemos a pasar más tiempo con la mirada puesta en lo que no tenemos que en lo que tenemos.
2.- Tendemos a imaginar este proyecto más como un “llave en mano” que como una ardua construcción desde los cimientos.
3.- Tendemos a focalizar nuestra mirada en aspectos negativos más que en los positivos, en el detalle más que en el conjunto.
Desconocemos o minusvaloramos el enorme poder que tiene nuestra mente a la hora de crear nuestra realidad. Y no me refiero a aquello que ciertos “gurús” venden, que es creer que con sólo visualizarlo o desearlo puedes hacerlo realidad... esto chirría y mucho. No es eso, es más. Es saber escoger lo que quieres, conociéndote, con criterio, sin limitarte, pero tampoco dejando ir la pinza. Es saber currártelo, aprendiendo a utilizar tus recursos, a dirigir tu mirada, a invertir en ello tiempo y esfuerzo. Es darte cuenta de que las cosas que valen la pena no son sino fruto de tu esfuerzo diario.
Un ejemplo de ello es el extracto del prólogo que incluyo como portada: un trabajo que hoy es rutina, desprovisto de encanto, es muy factible que, sabiendo cambiar la mirada, cambiando la forma de mirar y de hacer, lo transformemos en algo distinto. ¿Y para qué? Pues para dejar de pasar 8 o más horas al día deseando estar en otro sitio. Esto desgasta, y este desgaste contamina el resto del día, de la semana, del mes, del año.... Vale la pena ponernos a ello.
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