“Los sentimientos
van y vienen como nubes en un cielo ventoso. La respiración consciente es mi
ancla” Thich Nhat Hahn
En anteriores posts he comentado ya la importancia que tiene
“tomar consciencia” en todos los ámbitos de nuestra vida. Es tomando
consciencia cuando nos podemos dar cuenta de las cosas y crear ese espacio
entre el estímulo y la reacción para poder decidir cómo vamos a actuar.
En este vídeo se muestra cómo hacerlo utilizando la respiración:
Os propongo un sencillo ejercicio que os ocupará cinco
minutos al día y que os aportará mucho: concentrarse en la respiración (tal y
como se muestra en el vídeo).
Concentrarse en la respiración es una técnica de meditación
sencilla y poderosa. Calma la mente y la enseña a afrontar tanto las
distracciones internas como las externas. Meditar con regularidad nos ayuda a
entrenarnos en la toma de consciencia (entre otras cosas (1)).
La meditación aumenta el riego sanguíneo en la corteza pre frontal,
al igual que levantar pesas aumenta el riego sanguíneo muscular. Y el cerebro
se adapta al ejercicio como los músculos, aumentando de tamaño y funcionando
con rapidez para mejorar en la tarea que le pedimos.
Ejercicio:
1.- Siéntate sin
moverte y en calma: en una silla con los pies planos en el suelo o con las
piernas cruzadas en el suelo sobre un cojín. Vigila tu postura: 90º (espalda
erguida formando 90º con tus piernas). Las manos posadas en el regazo.
Recuerda: sin moverte (2)
2.- Concéntrate
en la respiración: cierra los ojos y observa tu respiración. Como un
científico, solamente observa, cómo sientes el aire entrando, llenando tus
pulmones, la temperatura, el movimiento del tórax, que tan larga es, cuanto
dura cada ciclo, que partes de tu cuerpo sientes y que sientes en ellas, cómo
sientes el aire en tu nariz…
3.- Cuando
sientas tu mente vagando – que seguro que se irá una y otra vez J - concéntrate de nuevo
en la respiración
4.- Ei!!!!!
Cuando te pilles pensando en cosas que tienes que hacer hoy o cosas que pasaron
o que te preocupan o te ocupan, vuelve a concentrarte en tu respiración. De
forma amable, sobre todo…
En el fondo, ser un mal meditador es bueno para entrenar el
cerebro… PUES SI: la práctica de volver a fijarte en la respiración una y otra
vez es lo que hace que la corteza prefrontal se active al máximo y aquieta los
centros del estrés y de los imperiosos deseos del cerebro.
Practica y pronto verás los efectos. Empieza meditando 5
minutos al día. Cuando adquieras este hábito, alarga la sesión a 10 o 15
minutos diarios. Si se te empieza a hacer pesado, vuelve a los 5 minutos. Es
mejor realizar esta breve sesión de meditación diaria que intentar alargarla y
dejarla siempre para mañana.
Ya me dirás cómo te va.
( (2) Es importante que no te muevas ya que es la base
física del autocontrol. Si adviertes el deseo de moverte, si te pica la nariz o
se te ha dormido el pie, intenta ser consciente del deseo de moverte sin
dejarte llevar por él. Esto tan simple te entrena a no seguir automáticamente
cualquier impulso del cerebro y el cuerpo.
Lo probaré. Seguro que será muy útil.
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