“Que
todo lo que yo haga fluya de mí como un río,
sin
forzarlo ni reprimirlo,
como
hacen los niños”
Rainer
Maria Rilke
En este breve vídeo Daniel Goleman nos explica la relación
entre productividad y estrés a través de describirnos los tres principales
estados que recorremos al aumentar nuestro nivel de estrés (1).
En el primer estado, sin ningún nivel de estrés, la
productividad – según la entendemos – es baja. Es el estado en que nuestra
atención está totalmente abierta, vagando, sin foco. Es el estado de “Dispersión”. ¿Y es malo? Pues….DEPENDE. Depende siempre
de si es un estado adecuado y buscado. Si buscas creatividad y entras en este
estado después de haberte concentrado, pues es perfecto, ya que en este estado
entramos en contacto con partes de nuestra mente que manejan más información y
a distinto nivel. Ahora bien, si entramos en este estado sin intención, sin
buscarlo, pues no es la mejor opción.
El segundo estado, en un nivel óptimo de estrés, la
productividad es máxima. Es el estado en que estamos plenamente atentos, cuando
tenemos la atención centrada en donde queremos tenerla. Es el estado de “Flujo”. Y en este estado
estamos “al máximo”, fluimos, estamos motivados y comprometidos, no existe
tiempo ni espacio…. Y más aún, el estado de flujo sienta bien, es un estado de “quieta
alegría”.
El tercer estado es el estado en que la presión nos desborda,
en este estado de “Emergencia” (3) nuestra capacidad de
trabajo es interferida, así como nuestra capacidad de aprender, de innovar, de
escuchar, de planificar (2).
Y si este estrés se convierte en crónico nos afecta la salud.
Si os fijáis, en aquellas profesiones en que se trabaja bajo
este tipo de estado (emergencias médicas, protección civil, bomberos…) es
importantísimo entrenar las rutinas de forma que se automaticen, ya que bajo esta
cantidad de estrés el córtex pre frontal (nuestro centro de decisión) se apaga
y quedan solamente los automatismos.
Es responsabilidad de cada uno de nosotros gestionar nuestro
estado. Hay herramientas y hay opciones.
El primer paso, eso sí, es tomar consciencia de en qué estado nos
movemos la mayor parte del tiempo. Una vez lo sepamos es cuando tenemos que
preguntarnos ¿quiero seguir en este estado? Si queremos seguir en él, pues no
cambiemos nada. Si no queremos seguir en él, habrá que cambiar algo ¿no?
( 1)
Ley de
Yerkes-Dobson
( 2) Más estrés, menos
productividad: https://www.towerswatson.com/en/Press/2014/09/Workplace-stress-leads-to-less-productive-employees
El estrés es contagioso: http://www.psyneuen-journal.com/article/S0306-4530(14)00124-3/abstract
( 3) Neurobiology of
frazzle: https://www.psychologytoday.com/blog/the-brain-and-emotional-intelligence/201203/the-sweet-spot-achievement
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