sábado, 22 de octubre de 2016

¿Por qué nuestro cuerpo se toma tantas molestias?

“¿Qué clase de disparatado sistema corporal es este que se activa tanto si se tiene frío como calor, tanto si se es una cebra, un león o un adolescente aterrado que va al baile de fin de curso? ¿Por qué tiene el cuerpo una respuesta al estrés tan generalizada y convergente, con independencia de la situación en que nos hallemos?” Robert M. Sapolsky

Hace un par de posts iniciaba el segundo grupo de subrutinas & automatismos: MECANISMOS DE SUPERVIVENCIA.

1.- Funciones biológicas
2.- Mecanismos de supervivencia
3.- Guiones
4.- Automatización de procesos
5.- Hábitos



Si te acuerdas había seleccionado de entre los mecanismos de supervivencia los 3 que me llaman más la atención:

Mecanismo de lucha o huida
Mecanismo de recompensa
Mecanismo del sesgo negativo

Estos mecanismos están ahí, bajo tu nivel de consciencia, y, si no los conoces, si no te das cuenta, regirán tus comportamientos como pequeños tiranos. Y eso en sí no es malo, son mecanismos que se han incorporado en esta zona a lo largo del tiempo para asegurar tu supervivencia y hacerlo de forma rápida y energéticamente eficiente. El problema surge cuando cambia el entorno, y estos mecanismos – antes tan eficaces- ahora dejan de jugar a tu favor e incluso pueden llegar a tener efectos devastadores. 

Hoy te hablaré del MECANISMO DE LUCHA O HUIDA: se llama respuesta de lucha o huida a una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo que – a muy grandes rasgos (1) – consiste en la aceleración del pulso, aumento de la presión sanguínea y liberación masiva de energía.

Para los vertebrados, el núcleo de esta respuesta se construye en torno al hecho de que nuestros músculos y nuestro cerebro van a necesitar energía de forma inmediata, y hay que movilizarla con máxima prioridad desde donde está almacenada y trasladarla rápidamente allí. Es una respuesta fisiológica que implica un desgaste importante para el cuerpo.

¿Y eso por qué? Pues volvemos al tema evolutivo: durante millones de años las amenazas principales a nuestra supervivencia eran: depredadores, heridas, meteorología adversa, escasez de alimento … Y tenían una característica común: eran amenazas muy inmediatas. Nuestra respuesta fisiológica (2) está diseñada para este tipo de amenazas y para un periodo corto de tiempo: está diseñado para emergencias. Y se activa ante amenazas…

Pero hoy en día… ¿qué consideramos como amenazas? Pues temas como nuestro jefe, la jubilación, hablar en público, la hipoteca, una entrevista de empleo, la vejez… cosas que carecerían de sentido para nuestros ancestros, más preocupados por lo inmediato. ¿Y qué pasa cuando utilizamos un sistema diseñado para responder a emergencias puntuales y eminentemente físicas, que implica un coste importante para el cuerpo, en una forma continua y para responder a temas para los que no está diseñado, para los que no es eficaz? Si te parece lo vemos la próxima semana…




(1) Os transcribo la descripción que aparece en “Principios de anatomía y fisiología” de Gerard J. Tortora y Bryan Derrickson:

“La respuesta de lucha o huida, iniciada por impulsos nerviosos desde el hipotálamo hacia la división simpática del sistema nervioso autónomo (SNA), incluida la médula suprarrenal, moviliza rápidamente las reservas del cuerpo para la actividad física inmediata. Lleva grandes cantidades de glucosa y oxígeno a los órganos que son más activos a la hora de rechazar un peligro: el cerebro, que debe estar muy alerta; los músculos esqueléticos; que pueden tener que luchar contra un atacante o huir; y el corazón, que debe trabajar de forma vigorosa para eyectar suficiente sangre al cerebro y los músculos. Durante la respuesta de lucha o huida, las funciones corporales no esenciales, como la digestiva, la urinaria y la reproductora, se inhiben. La reducción del flujo sanguíneo a los riñones promueve la liberación de renina, que pone en movimiento el sistema renina-angiotensina-aldosterona . La aldosterona hace que los riñones retengan Na+, lo cual lleva a la retención de agua y a la elevación de la presión sanguínea. La retención de agua también ayuda a conservar el líquido corporal en caso de sangrado grave.”

(2) Os recuerdo algunos posts publicados sobre el estrés:

-8 de diciembre de 2015
-13 de diciembre 2015
-20 de diciembre 2015



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