Lo primero que te aporta
prestar atención a tu cuerpo es identificar tus emociones en el momento en que
se desatan. ¿Y por qué es importante? Una emoción nace débil y se refuerza
rápidamente. Seguro que sabes de que te hablo: has visto miles de veces cómo lo
que se inicia como un descontento pasa rápidamente a enfado y se desata en ira.
Y sabes que cuando está completamente desatada la ira, más vale no intervenir
ya que nada de lo que hagas o digas podrá tener otro efecto que incrementarla.
En estos momentos lo mejor es dejar que descargue y se apacigüe. El único
momento en que puedes intervenir es en su nacimiento. La única forma de
identificar que está naciendo es sentirla en tu cuerpo (1) ¿Te parece que regular tus emociones es importante? Pues
si es así, aprende a escuchar tu cuerpo.
Esta semana leía un
artículo del New York Times de enero 2016 (2) en el que nos dicen “Para una mejor gestión del estrés, escucha
tu cuerpo”. Cuando nos enfrentamos al estrés experimentamos cambios en
nuestro cuerpo: varía nuestra respiración, nuestro ritmo cardíaco y los niveles
de hormonas circulantes se modifican. La capacidad que tenemos de volver a
nuestro estado “normal” después de un suceso estresante es lo que se denomina
resiliencia. Y este artículo nos habla de que la clave de la resiliencia puede
estar en cómo escuchamos a nuestro cuerpo ¿Te
parece que la resiliencia es importante? Pues si es así, aprende a escuchar tu
cuerpo.
Estos estudios se han
realizado también sobre atletas de élite y marines. Y los resultados se
confirman.
¿A qué esperas?
¡Hasta el próximo domingo!
Pasa una feliz semana.
Notas y recursos adicionales
(1) Posts de 26 de junio y de 19 de julio de 2016
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