lunes, 27 de noviembre de 2017

Por qué creo que éste es el mejor entrenamiento para tu fuerza de voluntad


Cuando quiero cambiar o adquirir un hábito necesito fuerza de voluntad. Y la fuerza de voluntad tiene dos características: es limitada y se agota con el uso (1).

Por esto es interesante aplicar un doble enfoque:

1.- Entrenarla, como se entrena un músculo, para que dé más de sí.

2.- Aprender a diseñar estrategias que nos faciliten el cambio o adquisición de hábitos para que no tengamos que tirar tanto de ella.


Incrementar la fuerza y, a la vez, aprender cómo gestionarla para optimizar su uso.

Para hacerlo, te he buscado un ejercicio que ni te va a requerir inversión, ni te va a ocupar tiempo, y que se adaptará fácilmente a tu rutina diaria. Solo hace falta una cosa: que pases parte de tu día sentad@.

Ya te lo he propuesto varias veces, la última en el post del día 6:  siéntate derecho, sin cruzar las piernas, pies en el suelo, ángulos de 90 grados, abdomen activado, postura de atención, de seguridad, sin desplomarte, sin rigidez.

¿Por qué creo que es el mejor entrenamiento? Por 8 razones:



1.- Es sencillo, pero no fácil.
2.- Requiere atención, es fácil despistarse.
3.- Es incómodo hasta que lo consigues.

Estas tres primeras características describen la mayor parte de los procesos de cambio de hábitos. Para pillar este hábito tendrás que trabajar el doble enfoque: aplicar fuerza de voluntad & buscar estrategias que te lo faciliten (2).

4.- Te facilita la digestión
5.- Tu cuerpo se alinea: columna, cadera, piernas trabajan mejor, sin obstaculizar la circulación, lo más parecido al diseño mecánico óptimo correspondiente a una posición de sentado.
6.- Es una postura que transmite (hacia fuera y hacia dentro) atención y seguridad
7.- Con los hombros relajados y alineados (evitando hombros caídos hacia delante y separándolos de las orejas) se facilita la respiración.
8.- El abdomen activado (para adentro y arriba, creando longitud en el dorso) protege tus lumbares.

Estas 4 características son contribuciones a tu bienestar y a tu imagen (interna y externa).

Estás entrenando tu fuerza de voluntad, estás desarrollando las capacidades que van a facilitar tus cambios de hábitos y, a la vez, estás entrenando una postura que va a aportarte bienestar y una mejor imagen ¿cómo lo ves?

Por esto te lo recomiendo.



(1) … y cada uno de nosotros parte de un nivel distinto.
(2) Desde https://www.facebook.com/navarro2185/ te iré orientando en este entrenamiento, así que ¡sígueme!.


lunes, 20 de noviembre de 2017

De la pausa al movimiento, del movimiento a la pausa


Los primeros pasos que se dieron en el área de la gestión del estrés llevaban un mensaje claro: “el estrés es malo”. Sólo profundizando te dabas cuenta de que lo malo era el estrés sin una adecuada recuperación, pero la lectura superficial se quedaba en “el estrés es malo”.

Luego, al cabo de unos años, se “descubría” que el estrés no era malo, que sin estrés no hay vida. No era un descubrimiento, sin embargo, para los que realmente entendieron desde el principio el concepto.

Todo en la naturaleza emana del equilibrio. Pero de un equilibrio dinámico, de desequilibrar para volver a equilibrar. Si no hay cambios, si el equilibrio es estático, se acaba muriendo. El quid de la cuestión, es aprender a moverte, a activarte, para avanzar, para evolucionar, y aprender cuándo y cómo volver al equilibrio, para restaurar, para recomponer, para nutrir, para recargar (1).

Hoy en día hay quienes buscan el movimiento continuo y no saben pausar (2), y los hay que se complacen excesivamente en la pausa. Si hay algo que caracteriza el entorno actual es que las cosas cambian, y cambian rápido. En entornos complejos donde el cambio es rápido, si no te mueves, te sales de la foto. Pero si te mueves sin restaurar, en forma y tiempo adecuado, te sales igual de la foto.

Entrenar ese ir y volver: que puedas ir cada vez más allá, sabiendo cuando toca restaurar, y que este tiempo sea óptimo. Si lo entrenas estarás mucho más preparado para moverte en éste, nuestro mundo, y disfrutarás de un mayor bienestar.







(1) Seguro que si eres deportista has oído más de una vez lo de que lo importante es lo rápido que recuperes tus pulsaciones más que las pulsaciones en sí. También habrás oído hablar del concepto sobreentrenamiento.

(2) Esta pauta es muy valorada hoy en día, parece que seamos más responsables, que estemos más comprometidos, más profesionales. Esto agrava el problema porque no nos atrevemos a pausar, porque nos parece que “se nos cae el boli”, no sabemos distinguir entre la pausa que nutre al movimiento y la pausa sin movimiento.


sábado, 11 de noviembre de 2017

¿Qué cambiarías de ti en 2018?


A menos de dos meses de fin de año, empieza el periodo en que me planteo qué hábitos quiero entrenar en 2018. ¿Y tú?

Fíjate que no he dicho “qué quiero cambiar de mí en 2018”, sino que hablo de entrenar cosas. Éste es un truco importante en el mundo de los hábitos: el cambio de mirada te ayudará a cumplir tus propósitos.

Me ha costado, y mucho, entender que yo no soy. Yo hago, yo pienso, yo creo… y las cosas que hago, pienso, creo, … conforman como vivo la vida, y me afectan a mí y a mi entorno. Soy responsable de mis acciones, pensamientos, ideas…porque tienen consecuencias, pero yo no soy mis acciones ni mis pensamientos ni mis ideas.

Cuando identificas lo que haces, lo que piensas, lo que crees… con lo que eres, se te presentan dos problemas importantes:

-Te dificultas el propósito, porque no estás hablando de cambiar cosas, sino de cambiarte a ti (1).

-Tiendes, asimismo, a identificar a otras personas con lo que hacen, piensan y creen. Con lo que abordar mejoras en tus relaciones con otros se hace muy cuesta arriba, ya que lo tiendes a ver como cambiar personas (2).

Piénsalo…

A veces, cambiando la mirada sobre las cosas, las podemos hacer más fáciles…

¡Hasta el próximo post!



(1) Pensar que debes cambiar tú, es pensar que no eres perfecto como eres. Y eso no es así. Cuando se me aparece este tema me acuerdo de la frase de Einstein:” Todos somos unos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido”.  Tal como somos se nos facilitan cosas, a la vez que se nos dificultan otras. Cuando te conoces, potencias, te adaptas y escoges cómo pertrecharte para el camino que quieres recorrer.

Somos distintos los unos de los otros, somos diversos, y esta diversidad es la que alimenta la evolución de familias, empresas, sociedades…la que alimenta la evolución humana. ¿Por qué apreciamos la diversidad y no la aceptamos en nosotros mismos?

(2) Cuando abordas una relación con alguien, es muy distinto decir “no me gustas” a “no me gusta cuando haces esto”. No se recibe igual ni nace de lo mismo. Un “no me gustas” es un rechazo a la persona, es cerrarte a lo que esta persona pueda aportar. Un “no me gusta cuando haces esto” es reconocer que a mí eso no me gusta, quizás a otro le guste, pero a mí no. No me cierro a que haya cosas que me gusten de ti. Das oportunidad al otro de “customizar” su relación contigo.