sábado, 11 de noviembre de 2017

¿Qué cambiarías de ti en 2018?


A menos de dos meses de fin de año, empieza el periodo en que me planteo qué hábitos quiero entrenar en 2018. ¿Y tú?

Fíjate que no he dicho “qué quiero cambiar de mí en 2018”, sino que hablo de entrenar cosas. Éste es un truco importante en el mundo de los hábitos: el cambio de mirada te ayudará a cumplir tus propósitos.

Me ha costado, y mucho, entender que yo no soy. Yo hago, yo pienso, yo creo… y las cosas que hago, pienso, creo, … conforman como vivo la vida, y me afectan a mí y a mi entorno. Soy responsable de mis acciones, pensamientos, ideas…porque tienen consecuencias, pero yo no soy mis acciones ni mis pensamientos ni mis ideas.

Cuando identificas lo que haces, lo que piensas, lo que crees… con lo que eres, se te presentan dos problemas importantes:

-Te dificultas el propósito, porque no estás hablando de cambiar cosas, sino de cambiarte a ti (1).

-Tiendes, asimismo, a identificar a otras personas con lo que hacen, piensan y creen. Con lo que abordar mejoras en tus relaciones con otros se hace muy cuesta arriba, ya que lo tiendes a ver como cambiar personas (2).

Piénsalo…

A veces, cambiando la mirada sobre las cosas, las podemos hacer más fáciles…

¡Hasta el próximo post!



(1) Pensar que debes cambiar tú, es pensar que no eres perfecto como eres. Y eso no es así. Cuando se me aparece este tema me acuerdo de la frase de Einstein:” Todos somos unos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es estúpido”.  Tal como somos se nos facilitan cosas, a la vez que se nos dificultan otras. Cuando te conoces, potencias, te adaptas y escoges cómo pertrecharte para el camino que quieres recorrer.

Somos distintos los unos de los otros, somos diversos, y esta diversidad es la que alimenta la evolución de familias, empresas, sociedades…la que alimenta la evolución humana. ¿Por qué apreciamos la diversidad y no la aceptamos en nosotros mismos?

(2) Cuando abordas una relación con alguien, es muy distinto decir “no me gustas” a “no me gusta cuando haces esto”. No se recibe igual ni nace de lo mismo. Un “no me gustas” es un rechazo a la persona, es cerrarte a lo que esta persona pueda aportar. Un “no me gusta cuando haces esto” es reconocer que a mí eso no me gusta, quizás a otro le guste, pero a mí no. No me cierro a que haya cosas que me gusten de ti. Das oportunidad al otro de “customizar” su relación contigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario