A menos de dos meses de fin de año, empieza el periodo en que
me planteo qué hábitos quiero entrenar en 2018. ¿Y tú?
Fíjate que no he dicho “qué quiero cambiar de mí en 2018”, sino que hablo de entrenar cosas. Éste es un truco importante en el
mundo de los hábitos: el cambio de mirada te ayudará a cumplir tus
propósitos.
Me ha costado, y mucho, entender que yo no soy. Yo hago, yo pienso, yo creo… y las cosas que hago,
pienso, creo, … conforman como vivo la vida, y me afectan a mí y a mi entorno. Soy
responsable de mis acciones, pensamientos, ideas…porque tienen
consecuencias, pero yo no soy mis acciones ni mis pensamientos ni mis ideas.
Cuando identificas lo que haces, lo que piensas, lo que
crees… con lo que eres, se te presentan dos problemas importantes:
-Te dificultas el propósito, porque no estás hablando de cambiar cosas, sino de cambiarte a ti (1).
-Tiendes, asimismo, a identificar
a otras personas con lo que hacen, piensan y creen. Con lo que abordar mejoras
en tus relaciones con otros se hace muy cuesta arriba, ya que lo tiendes a ver
como cambiar personas (2).
Piénsalo…
A veces, cambiando la mirada sobre las cosas, las podemos
hacer más fáciles…
¡Hasta el próximo post!
(1) Pensar que debes cambiar tú, es pensar que no eres
perfecto como eres. Y eso no es así. Cuando se me aparece este tema me acuerdo
de la frase de Einstein:” Todos somos
unos genios, pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol,
vivirá su vida entera creyendo que es estúpido”. Tal como somos se nos facilitan cosas, a la vez
que se nos dificultan otras. Cuando te conoces, potencias, te adaptas y escoges
cómo pertrecharte para el camino que quieres recorrer.
Somos distintos los unos de los otros, somos diversos, y
esta diversidad es la que alimenta la evolución de familias, empresas,
sociedades…la que alimenta la evolución humana. ¿Por qué apreciamos la diversidad y no la aceptamos en nosotros mismos?
(2) Cuando abordas una relación con alguien, es muy distinto
decir “no me gustas” a “no me gusta cuando haces esto”. No se recibe igual ni
nace de lo mismo. Un “no me gustas” es un rechazo a la persona, es cerrarte a
lo que esta persona pueda aportar. Un “no me gusta cuando haces esto” es reconocer
que a mí eso no me gusta, quizás a otro le guste, pero a mí no. No me cierro a
que haya cosas que me gusten de ti. Das oportunidad al otro de “customizar” su
relación contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario