lunes, 2 de mayo de 2016

Que te sepas la partitura no te convierte en pianista…

Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor; segundo, la técnica.”
 A.Gaudí (1852-1926)

Yo diría que para hacer las cosas bien es necesario: primero, ponerse a ello (con amor) ;)); segundo, la técnica.

Te puedo contar cosas - la técnica - , sugerir ejercicios, y seguro que lees el post y te parece interesante, y… ¿practicas? Los dos ejercicios propuestos en los post del 17 y del 24 de abril son potentes y su puesta en práctica es sencilla y, aun así, cuesta incorporarlos, lo sé.

A mí misma me costó tiempo adoptarlos, así que te daré información para convencerte y, además, como sé que estar convencido de los beneficios es solo el primer paso, también te iré sugiriendo estrategias que te faciliten iniciar la práctica. Sé que eres consciente que saberse la partitura no te convierte en pianista, así que tan pronto puedas, ¡ponte en marcha!.

Como hablamos de cambios, en este caso incorporar dos ejercicios a nuestro día a día, es importante tener en cuenta:

1) Las ventajas de los pequeños cambios vs grandes cambios
2) Las ventajas de centrarse en el proceso vs centrarse en el resultado

Cuando nos proponemos cambios radicales requerimos una gran inversión de energía y corremos el riesgo de agotar nuestras reservas (1). En cambio, pequeños cambios, concretos, como los que te propongo, que no requieren más que una pequeña inversión de energía, nos llevan – paso a paso – a nuestro destino.

Centrarnos en el proceso (2) nos ayuda a seguir, nos motiva evitándonos frustración al enfocarnos en el cómo. Eligiendo bien el proceso aseguramos el éxito. Las técnicas – procesos- que te propongo están muy pensadas y funcionan. Dales una oportunidad y – sobre todo- disfruta del proceso, tómatelo como un viaje a tu interior, enfócalo con curiosidad, sé creativo en el enfoque. Cuando consigas verlo como un “quiero” en lugar de un “debo” ya lo tendrás!!!

Y recuerda: que te sepas la partitura no te convierte en pianista ¡Practica!!!






(1) Es lo que suele pasar con los propósitos de año nuevo…nos proponemos cambios de envergadura que en, sí mismos, consisten en una miríada de pequeños cambios que no tenemos en cuenta a la hora de organizarnos.

Un ejemplo de pequeños cambios que desencadenan grandes cambios: http://genial.guru/admiracion-curiosidades/la-teoria-de-las-ventanas-rotas-113155/



(2) El trabajo de Carol Dweck ha demostrado sin duda que enfocarnos al proceso es la mejor estrategia: https://escuelaconcerebro.wordpress.com/tag/carol-dweck/


Otro artículo que muestra la potencia de centrarse en el proceso: http://www.thecrimson.com/article/2014/1/18/rhoads-excels-process/



No hay comentarios:

Publicar un comentario